En alevines, el enfrentamiento entre el australiano Álex de Miñaur y el gerundense Marc Roura fue el más vistoso de todos. Sus golpes, puntos y maneras sorprendieron a propios y extraños, vislumbrándose un gran futuro para ambos. Los dos exhibieron un juego muy parecido, explosivo y certero. Probablemente, el primero es ligeramente más completo, si bien el segundo se mostró algo más seguro en la definición.
Roura cometió menos errores forzados que su adversario, mucho más agresivo en busca de cada punto. La ambición de Álex le pasó factura en el primer set, que se le escapó al no conservar su servicio en el último juego (6-4).
Parecía que la final se le iba de las manos por la vía rápida al conseguir Marc los dos primeros juegos de la segunda manga (2-0), pero nada más lejos de la realidad. Remontó (2-3) y, tras el 3-3, metió la directa para forzar el desempate (3-6). En él, volvió a tirar de calidad, casta y fe, además de golpes inimaginables -especialmente de dejada-, para voltear un 3-1 (3-4 y 4-5) y vencer al resto (4-6).
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